jueves, 8 de septiembre de 2011

Destino final 5... mejor que las 3 anteriores... peor que la primera


Sam Lawton (Nicholas D’Agosto) se encuentra de viaje en autobús con sus amigos y compañeros de trabajo cuando de repente tiene una premonición sobre la destrucción del puente colgante que están a punto de cruzar.
En la premonición, Sam vislumbra su propia muerte y la de otras personas que le acompañan.
Cuando la visión está a punto de hacerse realidad, Sam se las arregla para salvarse a sí mismo y a algunos de sus compañeros de la catastrófica tragedia. Sin embargo, el joven pronto descubrirá que lo único que ha conseguido es retrasar lo inminente, ya que La Muerte estará al acecho para terminar con lo que había empezado.
Esta es la sinopsis, que podría ser la de cualquiera de las otras cuatro entregas, ya que la originalidad se perdió en los créditos finales de la primera cinta.
Lo único que puedo destacar es la imaginación que tienen los guionistas para recrear las muertes, (en casi un centenar) que son inverosímiles e imposibles en muchos casos, pero que al espectador les entusiasma. Otra es ver como un director novel es capaz de mejorar sus tres antecesoras sin casi despeinarse, a sabiendas que la franquicia era ya bochornosa. 
Es también importante avisar que el final da un pequeño giro de tuerca, al meter una regla que ya en la segunda entrega sería de gran utilidad para los protas.
La versión que fuí a ver es la 2D, ya que soy contrario al 3D (no le encuentro utilidad, y sí un precio abusivo), y la escena principal es simplemente espectacular (en comparación al resto de la cinta), bien dirigida, que consigue darle al espectador una bofetada en los primeros 10 min de metraje. 
Querría insistir en las muertes, ya que en sí, es gracias a ellas que la saga continua viva. Hasta que me senté en la butaca del cine, no tenía ni idea que hacer gimnasia fuera tan mortal, o que una llave pudiera destrozarme el craneo, y mucho menos que operarse de la vista me dejaría ciego (eso que fui operado a los 19).
A pesar de lo asombroso de los fallecimientos, y la extrema gravedad con la que suceden, no hay nada más que destacar de este típico slasher.
Si habéis visto aunque solo sea una entrega de la saga, ya las habéis visto todas.

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